miércoles, 25 de noviembre de 2009

Del consultorio de la Licenciada Primavera

Estimada Licenciada:Me tomo el atrevimiento de hacerle una pregunta que desde hace años me hago a mi misma y hasta ahora ( a pesar de que han transcurrido ya suficientes) no he encontrado la respuesta. ¿ Por qué el amor provoca en la gente una especie de demencia que impide ver la realidad en la mayoría de los casos? Y si Ud. coincide conmigo en esta idea, ¿ es eso bueno o malo para el protagonista?Segura de que su respuesta echará luz sobre mis dudas existenciales , espero ansiosamente su dedicada y concienzuda contestación fruto de sus te ( o tes?) de amapolas.La saludo con todo respeto y consideración, mientras oigo una linda canción y no tomo ninguna decisión, en el día de los enamorados fruto de una gran penetración ( entiéndase que cultural de los yankees).Firmado: Kiperkí
----- Mensaje original -----Fecha: Fri, 15 Feb 2008 23:42:14 +0200De: "mack de foglia" <amandapoliester@hotmail.com>Para: Kiperkí
Querida Kiperkí: No se trata en realidad de que el amor provoque eso que usted llama demencia, sino que más bien se podría explicar de esta manera: el amor es una especie de predio o zona ficcional donde se - el impersonal pretende sustuir delicadamente a ese sujeto que usted llama protagonista- ingresa accidentalmente por diversas razones cuyo origen puede usted estudiar en los Fragmentos del Discurso Amoroso de Barthes. Mientras se lo transita acontece esa "demencia" porque es ficcional y por ende no condice con esa idea que usted llama "realidad". Por mi parte no estaría tan segura de que lo pretendidamente real sea más real que lo ficcional. Pero eso es otro tema.No puede obviarse que durante el decurso de ese período existen sustancias químicas que genera el cerebro ante la presencia estímulo del objeto amado; eso es empíricamente comprobable, que producen temblores, aceleración del pulso, movimientos en la sangre y otros que preparan a los amantes para la penetración, ya que usted la nombra con recato, hay que decirlo, todo va a parar a ese momento. Es un aluvión químico y contribuye a la continuación de la especie, como puede ver. Como también podrá observar, la llamada "realidad" se asienta sobre la especie humana, cuyo motor es nada menos que ese volcanismo químico. El día de los enamorados no tiene nada que ver con eso, es más bien una cuestión gastronómica y el motivo de disputa entre dos ex-enamorados porque uno de ellos se olvidó de la ocasión. El oráculo es amapolar, ya lo sé. Pero las ficciones son y las sustancias químicas naturales son necesarias para la vida.Consultada la ciencia ichinesca, amiga Kiperkins, el hexagrama 41 dice que usted tiene en sus manos la llave.A continuación aclara que es la del auto, que su esposo está buscando en este momento mientras usted se informa sobre algo que le contará a él en un rato y a él le importará tanto como una minipimer.L.P.

jueves, 12 de noviembre de 2009

NIÑOS QUE CAEN DE LAS CALESAS

Uno de los riesgos de la ciudad es pararse cerca de una calesa, porque se corre el riesgo de ser aplastado por un niño que cae.
Los niños son llevados por sus madres con la ilusión de que paseen circularmente sobre un corcel azul y dorado o un helicóptero camuflado, pero la realidad demuestra que los niños se caen de las calesas. Y lo que es peor, se caen sobre las personas que están cerca con cámaras fotográficas y boletos para nuevas vueltas.
Algunos calesiteros dicen que existen estudios científicos en los que se ha tratado de determinar la causa de las caídas, aunque no puede encontrárselos; sólo se han rescatado dos pero están manchados de caramelo líquido y nada puede leerse, por lo que se sospecha que algún niño, ya caído y satisfecho con el pequeño viaje experimentado en la caída libre de la calesa, ha saboteado los escritos.
Otros dicen que eso no es verdad.
Y no faltan los que dicen no saber nada.