Perro de aire, mujer de agua
Este perro vive del aire, no come nada
digo a mi hija el domingo a la noche
ya en los preparativos de la semana
milanesas de soja y el uniforme
y que no se olvide el libro de lengua.
Soy capaz de quejarme del desastre que hizo Félix
de papeles tirados en el piso
eso me alivia considerablemente
vuelvo a mi vida civil
a ser madre una responsable
mirando un noticiero en el que un tipo
dice que la derecha sigue siendo la misma derecha.
Las milanesas de soja son un bloque congelado
las pongo así en la olla
esperando que el calor las separe
y pienso
en si estamos separados o no
ahora que he vuelto a ser una sola persona
después de estos días de mis vidas dispares.
Era de noche.
El casino es igual que si fuera de día
no hay diferencia allí.
En el patio de los fumadores
la luz ondulaba en el agua
pensé en el momento perfecto del regreso
lo vi
en la ventanilla
con los hilos de agua y uno que iba en bici
y era tedioso esperar que Marcelo
terminara con las maquinitas.
Por suerte encuentro
el final de una peli
que me trae de vuelta de este lado
mi hija me cuenta su novela
y digo es tarde
hay que bañarse y preparar la mochi
y avisar a Estela que estamos en Moreno.