Personajes: Olivetti, Sofía.
Es el atardecer del viernes. Por el balcón aparecen las primeras luces. Se escucha la alarma incesante de un automóvil. En el sillón del living de diseño contemporáneo de color cereza, Olivetti mira la TV. Sostiene sobre la cabeza una bolsa de polietileno con hielo, de la que caen unas gotas que ruedan por las sienes y van a parar a la camiseta de “Trámite interno”, un equipo de fútbol de la liga judicial. Sofía, a su lado, preocupada.
Sofía: -Y bueno, paciencia, ya va a mejorar la cosa.
Olivetti: -Qué va a mejorar si dijeron que tienen que rascar la olla para pagarnos.
Sofía: -Y claro. Y sí. Qué se le va a hacer. Pero es la misma olla para todos, ¿o hay distintas ollas?
Olivetti: -Bueno, depende. Por el momento para la nuestra no llega a tiempo la partida de virulana.
Sofía: -A propósito, ¿fuiste al API a ver si salió ese certificado que nos piden en el banco?
Olivetti: -¿En qué banco?
Sofía: -Ay, amoooor, prestame atención: galaxia, sistema solar, planeta tierra… ¿Te acordás que en el banco nos piden para el crédito un informe del API de que no tenemos vivienda propia?
Olivetti: -Y si no tenemos vivienda propia.
Sofía: -Ya lo sé, pero lo tenemos que acreditar ante el banco. ¿Y te acordás que nos saltó un tercio indiviso del terrenito de Pueblo Muñoz de tu papá, cuando se le ocurrió la pyme de la cebolla, te acordás? Que después fue a la quiebra y se remató, pero nadie lo compró y sigue a nombre de ustedes. Y en la comuna dijeron que no valía la pena volver a rematar porque no cubría los gastos, ¿te acordás?
Olivetti: -Ahhh, sí, ni me acordaba… qué se yo, no lo tengo en cuenta... Pero ocupate vos, Sofi, yo a la mañana no puedo salir del juzgado.
Sofía: -Sí, mi vida, pero vos sos abogado. Además cómo puede ser. Si dicen que algunos dan clase a la mañana. Y vos, a la mañana ni hablar, a la tarde, si estás en casa, estás con un expediente.
Olivetti: -Qué van a dar clase… Vos te creés cada cosa… uh …aaaaaaaay… Taborda.
Sofía: -¿Taborda? ¿Quién es Taborda?
Olivetti: -Taborda contra FUNDAEMU.
Sofía: -Otra vez con eso. Mejor voy a ver la salsa, que debe estar como en la olla de la provincia.
Sofía se levanta, va hasta la cocina. Olivetti está como en trance, con la mirada fija en la TV. En la pantalla un hombre de físico apolíneo y aspecto saludable habla por teléfono y sonríe a la cámara desde una cinta de correr. Debajo una leyenda que dice “llame ya”, un número, y en letras rojas titilantes: “Si llama en la primera media hora se incluye bluetooth y whatsapp por el mismo precio”. De pronto, Olivetti se sobresalta.
Olivetti: -Sofi, yo no puedo ir al cumple de tu mamá.
Sofía: -Náaaaaaaa!!!! ¿Cómo que no podéeeessss?????? Uuuuuuh noooooo… pero amoooor, no, ni se te ocurra, si ya le dije que vamos. .. Nene, mirá, ya tuvimos que remarla tres meses con lo de fin de año, que todavía no me cree que te intoxicaste con yogur. No, no, esta vez tenés que estar. Además tenía un poco de razón mi mamá…, a quién se le ocurre tomarse un yogur vencido.
Olivetti: -Pero qué querés, si hacía tres meses que estaba en la heladera del juzgado. Y no, no voy… qué voy a hacer si tengo que mirar el de Taborda con FUNDAEMU, me lo dejó el martillero y lo tengo que tener listo para el lunes sí o sí. Me preocupa Sofi, Taborda fue el otro día y me mostró que se tiene que poner una cadera de platino y no tiene plata para operarse, y otra vez con eso de que la fundación es todo mentira, y sí, ya sé, pero no le puedo decir ya sé, entendés Sofi, y es cierto lo de la cadera porque el tipo trabajó treinta años en la fundación, pero cómo le explico que estaba el bien de familia, si el tipo me dice pero doctor ahí funcionaban oficinas, y sí, le dije, pero primero había que hacer la desafectación… bueno, ahora está el martillero interviniendo, le dije, disculpemé doctor, me dijo el tipo, yo de papeles no entiendo nada, pero entonces ya se hace el remate, será la semana que viene, me dice, y bueno, puede tardar algún tiempo más le digo, mirá cómo me acuerdo… todas las noches me acuerdo, pero claro, el abogado ya no me cree más, me dice igual que mi cliente, qué cliente le digo, y, Taborda, me dice, cuál va ser, no me cree más, y bueno, le digo, doctor, yo le explico, no se preocupe… entendés Sofi, que tu mamá no sabe que esto es así.
Sofía viene de la cocina con dos vasos en la mano. En la TV el hombre de la cinta sigue hablando por teléfono, y con la otra mano sube y baja rítmicamente una mancuerna; sin dejar de hacerlo, mira la cámara y dice: “¡Por cincuenta pesos más incluye guía de suplementos dietarios aprobados por la Organización Mundial de la Salud!”.
Sofía:-Ves, amor, ves, eso te tenés que comprar. Mirá que bueno, te va a servir para relajarte. No podés estar siempre pensando en expedientes.
Sofía está parada en medio del living, con los vasos, mirando la publicidad. Olivetti sigue con la mirada de trance.
Olivetti: -Detrás de los expedientes hay gente, Sofi.
Sofía: -Gente hay en todos lados, amor, es el mundo así. Y menos mal que hay gente, en el futuro no va a haber ni agua, quién sabe que será de nuestros hijos. Ya te lo explicó la psico, amor, ya te dijo que la justicia es una idea que hay que tratar de realizar pero es un sistema convencional, humano, por lo tanto falible… Además no tenés que cuestionar tanto. Como eso de los carteles. Qué tenés que hacerte mala sangre por los carteles. Si la chica de mesa de entradas puso No hay abrochadora ni útiles de oficina, bueno, tomalo con soda, se habrá cansado de que le pidan la abrochadora cada cinco minutos, bueno, entendela, es subrogante. La gente ni lee los carteles. Hablando de soda, no pusiste soda en la heladera. ¿Y por qué el yogur estuvo tanto tiempo en la heladera del juzgado? ¿Nadie lo vio?
Olivetti: -El tiempo vuela… no me di cuenta que hacía tanto que estaba. Mirá si en medio de ese caos voy a mirar la fecha de vencimiento de un actimel. Si muero ahí, me muero de tétanos, no de intoxicación. Salvo que el Botita no guarde la yerba cuando fumigan. Qué va a guardar. Uhhhh, me parece que el de Taborda lo pasé para costura…
Sofía: -Ves que te hacés problema por todo… vas y lo agarrás y ya… y si no está cosido, coselo, si yo te coso los ruedos también, no se te van a caer los galones por eso.¿ Y por qué de tétanos? ¿Por los ganchitos?
Olivetti: -O por el taco aguja que una abogada me clave en el ojo si seguimos así.
Sofía: -Bueno, qué tiene que ver el Botita con el cumple de mi mamá. Lo mirás este finde, descosido, y el Botita te lo cose el lunes a primera hora.
Olivetti:-Pero no Sofi, no entendés, es que en el juzgado no hay lugar, entonces el Botita cose en el juzgado de al lado, mirá si lo voy a llamar al secre de la ocho para que me abra, vive en Funes. Además el Botita lleva las cédulas a primera hora, si lo hago coser no le entra en el esquema. Uhhh no, otra vez… otra vez el martillero diciéndome que yo cobro todos los meses…
Sofía: -Pero, ¿no me dijiste que el martillero es Rapignani? Si ese tiene un audi, yo lo vi en un semáforo. Qué problema te hacés… mmm.. nene, no aprendés más vos, eh. Che, y así que el de la ocho se mudó al final a Funes… uh, pobre, se habrá inundado. Y la cuota del crédito la tienen que pagar igual, ¿no?
Olivetti entrecierra los ojos. Ahora en la TV ahora una mujer y un hombre sonríen a la cámara, el hombre dice: “No de nuevo, decía”. Sofía acomoda sobre una mesa ratona la vajilla y una jarra con un líquido anaranjado. Trae de la cocina una fuente de pasta humeante.
Sofía: -Dale amor, servite que ya te estás durmiendo.
Olivetti: -¿Vino no compraste?
Sofía: -Me dijiste que te da acidez. Tenemos juguito light. Que me dijeron que no es cierto que la fenilalanina sea cancerígena.
Olivetti: -Che, me preocupa Taborda, qué estará haciendo ahora. ¿Lo habrán operado?
Se hace un silencio. En la publicidad dice “ satisfacción garantizada”. El ritmo mandibular de Olivetti se hace más lento.
Olivetti: -¿Será cierto que te devuelven el dinero?
Sofía: -Pero nooooo, son publicidades… además… no te precupes por eso, es estrés, nada más. Bueno, ya va mejorar la cosa, comé amor que se enfría.
Olivetti: -Se enfría… sí, hummmm, sí, se enfría… Y sí, paciencia, ya va a mejorar la cosa.
(Apagón)