(o reversión de La angustia del arquero ante el tiro penal)
Amanda:
Hace tres días que he dejado la playa para tomar una habitación de hotel. Hay un restaurante con un piano y alguien toca todas las noches. Pero no estuve ahí nunca, aunque no lo creas.
Hace tres días exactos desde que vino Jehtro con noticias del continente.
Los dos primeros estuve encerrado en la oscuridad y sin poder dormir, leyendo Moby Dick por enésima vez. Es que me dicen de tus tertulias con Mr. Pepper, un caballero al que Jehtro describe con superlativos cuya transcripción me ahorro por mi salud.
Puedo entender que mis prolongadas travesías te dejen un poco sola; pero no es excusa para que te la pases en las kermesses con un señor desconocido que (no lo niegues) te ha regalado un disco de Nicola Di Bari. Conjeturo que el ilustre acompañante debe irrogarse ser el último romántico.
Puedo aceptar que tengas un amigo; lo que no digiero es otra cosa. Y para que no me acuses de solipsista (ya consulté en la Encarta sobre el punto) enumero lo que no autorizaré, desde mi viaje del que –lo dije reiteradamente- volveré pronto.
-No le hables a él de Lewis Carroll.
-Si toman helados, que no deje que pidas primero tu ticket.
-No admito entre ustedes gardenias ni ninguna otra flor.
-No tomen daiquiris ni ninguna otra bebida espirituosa.
Por último, te recomiendo que no uses para las tertulias la falda color obispo que me hace pensar en cosas lejanas a la curia –o al menos a su discurso oficial-.
Por lo demás, ningún obstáculo opondría a que se manden mensajes de texto, faxes, se hablen por teléfono, fijo, inalámbrico, móvil, con o sin bluetooth. Con nada de eso tengo problemas.
Ahora que pude decirte esto me siento aliviado y me vienen ganas de un buen scotch en la terraza del hotel, porque ya empieza a escucharse el piano.
Yo confío en ti, lo sabes. Es sólo que llevo mucho tiempo de viaje.
Adiós. Vuelvo pronto. Marcos.
P.D: Olvidé un punto: que tampoco te enseñe a tirarle a los patos de hule de la kermesse. Conozco esos métodos.
domingo, 28 de octubre de 2007
EL PARLOTEO PANOPTICO (BIG BROTHER III)
A la madrugada empezó a llover. Trato de recordar los sueños que tuve pero están borroneados. Hay un par de imágenes en las que no estás. Ahora hay pájaros. Todavía no desperté del todo y ya alguien habla por teléfono, a una hora en la que no puedo dar conmigo. Quiero poner un aviso: AAA Compro breve espacio de agua. Cash.
Nunca entendí cómo soportan redondos y alegres el peso de ser todo el tiempo pura exterioridad. Hablan todo el tiempo. Hablan del tiempo. Describen sus acciones irrisorias. Llenan el tiempo de moscas sucias.
Tomo el café sin poder hablar todavía. Sigue lloviendo. A unos metros una mujer con una bandeja va a cruzar hasta el restaurante y un hombre la refugia bajo un paraguas. Esa sola imagen es la mañana.
Las voces van aumentando y ya es insoportable.En mi segundo día de vida panóptica empezaré un libro de Clarice Lispector que dejaré al cabo de unos capítulos.
Nunca entendí cómo soportan redondos y alegres el peso de ser todo el tiempo pura exterioridad. Hablan todo el tiempo. Hablan del tiempo. Describen sus acciones irrisorias. Llenan el tiempo de moscas sucias.
Tomo el café sin poder hablar todavía. Sigue lloviendo. A unos metros una mujer con una bandeja va a cruzar hasta el restaurante y un hombre la refugia bajo un paraguas. Esa sola imagen es la mañana.
Las voces van aumentando y ya es insoportable.En mi segundo día de vida panóptica empezaré un libro de Clarice Lispector que dejaré al cabo de unos capítulos.
miércoles, 17 de octubre de 2007
LA CONTIENDA II (División de bienes y punto final sobre Chopin)
Chopin no son copas de cristal, baby
lo sabes de antemano por los libros.
Recuento tus vaivenes y tus may bes
y en tus huecos de nada me equilibro.
Y para estar en esas espirales
negras que remember me tu ausencia
reconozco son puros los cristales
pero a mí me resulta adolescencia
la que me asiste en La polonesa.
Está bien. Aceptemos que tú partas
(de nube) en la noche vaporesa.
Lo intolerable es que seas Encarta,
académica, terca, patitiesa.
¡Y llévate esa mierda de Siddharta!
lo sabes de antemano por los libros.
Recuento tus vaivenes y tus may bes
y en tus huecos de nada me equilibro.
Y para estar en esas espirales
negras que remember me tu ausencia
reconozco son puros los cristales
pero a mí me resulta adolescencia
la que me asiste en La polonesa.
Está bien. Aceptemos que tú partas
(de nube) en la noche vaporesa.
Lo intolerable es que seas Encarta,
académica, terca, patitiesa.
¡Y llévate esa mierda de Siddharta!
jueves, 11 de octubre de 2007
EFEMERIDES
Hoy es Santa Soledad
dicen los calendarios.
Una fila de pasos
marchando a su trabajo.
Mientras tanto
escribo.
dicen los calendarios.
Una fila de pasos
marchando a su trabajo.
Mientras tanto
escribo.
miércoles, 10 de octubre de 2007
LA VISITANTE
Vuelvo
sólo por cinco minutos
dejo unas flores
para que estén ahí
cuando despiertes
de la luna transpirada.
sólo por cinco minutos
dejo unas flores
para que estén ahí
cuando despiertes
de la luna transpirada.
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