Si existe la posibilidad amorosa
la coincidencia de los cuerpos y la exacta noción de la belleza
un instante
como un insecto breve
ella se descompone
en trozos de glaciares
que arrancan
delebles retazos de la memoria.
En esta quietud es posible la música.
Océano final donde no duelen
los restos secos del abrazo.
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