Estaba de espaldas
por un tiempo más
un bonus track
con sus mujeres.
Los cimientos de mí.
El deseo invisible
desteje y desovilla.
Lágrimas olímpicas
seis de la mañana.
En la mitad del álgebra de células voraces
tus putos relojes
las piedras sin ruido.
No importa el resultado, dijo ella.
(Las valijas caían del tren)
Taxis que pasaban
el cliché del final de la noche de peli de Jarmusch.
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2 comentarios:
me pareció más logrado el otro texto, era más poéticamente narrativo. besitos, vero.
Gracias, cariño! aparte era una mitadcita para vos, qué bueno que te gustó más. No me fui. Emma me pidió que le imprima Timoteo, y de motu propio. Qué tal? Besos que van y se agradecen los que vienen. Amanda.
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