lunes, 5 de diciembre de 2011

Perro de aire, mujer de agua


 

Este perro vive del aire, no come nada

digo a mi hija el domingo a la noche

ya en los preparativos de la semana

milanesas de soja y el uniforme

y que no se olvide el libro de lengua.


 

Soy capaz de quejarme del desastre que hizo Félix

de papeles tirados en el piso

eso me alivia considerablemente

vuelvo a mi vida civil

a ser madre una responsable

mirando un noticiero en el que un tipo

dice que la derecha sigue siendo la misma derecha.


 

Las milanesas de soja son un bloque congelado

las pongo así en la olla

esperando que el calor las separe

y pienso

en si estamos separados o no

ahora que he vuelto a ser una sola persona

después de estos días de mis vidas dispares.


 

Era de noche.

El casino es igual que si fuera de día

no hay diferencia allí.

En el patio de los fumadores

la luz ondulaba en el agua

pensé en el momento perfecto del regreso

lo vi

en la ventanilla

con los hilos de agua y uno que iba en bici

y era tedioso esperar que Marcelo

terminara con las maquinitas.


 

Por suerte encuentro

el final de una peli

que me trae de vuelta de este lado

mi hija me cuenta su novela

y digo es tarde

hay que bañarse y preparar la mochi

y avisar a Estela que estamos en Moreno.