miércoles, 25 de julio de 2007

BREVE HISTORIA SOBRE ACROBATAS ESCRITA EN PAPEL TISU

Ella llegaba antes.
Siempre a las seis.
Esperaba
columpiaba en un risco imaginario
la redaba el mismo haz
desliz fizz fizz- clac.

El se deslizaba
en la ciénaga ella.

Ella era su propio alud. Peñascos de ella dentro de ella.

En cuanto a él, bueno,
él habitaba un páramo transido de conejos de felpa.

Nada era dicho y todo a la vez.

Había el segundo fugaz del contacto
una humedad de selva.

Después dos abismos donde cada uno caía en sí dentro de sí.

La vuelta a la cabina.
El
toalla purpurina en el pelo
Solo.
Sus licores malla húmeda.

Ella
Algodones
maquillaje
durmiendo entre antílopes
y platos de sopa.


He dicho habían olvidado las palabras.

Tensión y distensión.
Travesaño equilibrio
Una sierpe invisible del aire.

(No hacía falta mirarnos para saber el instante del salto.)

Pero algunos cauces exceden
El río invernal.

Entonces
él viajó
Tomó nota estricta de acontecimientos del mundo
Sólo para ella.

Ella esperaba a las seis
Que se sésamo abriera
La veta por donde veía
La génesis del tiempo.

El compró una botella con tierra
Pequeña calicata envasada
En un puesto típico
Con un cartel que decía
Puente colgante.

Lo dejó en la cabina entre maquillajes
con una fecha que aún
no había llegado.

Al día siguiente a las seis
El entremés silencioso y las redes.

He dicho todo esto
En papel tisú.
No conviene mojarlo.

P.D: No olvidar alicate anteojos

FIN DE LA VIGILIA

El vino restaura la grieta olvidada.

Hay placebos de luna.

Me visita
osopardo de leche
cuando el sueño me envuelve
en su frazada de ripio.

LUDOVICO FINAL Y LAS ESPECIES

Ludovico Final ve. En un jarrón ve. En un plato. En un brote de soja.
Ve y lo que ve es envuelto en papel celofán: una brótola amarilla lo es rápidamente para evitar malos olores.
Ludovico apunta a las especies. Piensa tanto, clasifica. Rehúsa enciclopedias. Elige cráteres. Siente tal cansancio de su propio pensamiento que sólo compra un shocking waves para uso diario.

lunes, 9 de julio de 2007

LA SEÑAL

Pudo ser de noche para siempre
en su desmayo sin pausa
Nada había
Sino una silueta negra y vacía

Quería entonces que una santa
la cubriera de velos
le diera un día claro y silencioso.

Después del viaje por las mareas cálidas
la niña nívea la despierta
le dice que un helado ángel azul ha caído
sobre el campo lejano.

domingo, 8 de julio de 2007

BAÑO DE SANGRE

Después del vahído oculto bajo el sonambulismo
leve declive
resbala al muelle donde se arman las figuras
círculo cálido
lugar de la penumbra.

Pero el designio.

Abierta la fauce seca tras su espalda
El dragón la inmoviliza
La despoja en el sitio donde mora
perfora arde el fuego
De la bestia que la horada
Deshollando lo que queda de la piel de la amada.

Cae al vacío desde la ventana.
Campesinos la ven.

Cubren las llagas
del cuerpo inerte
signado del ultraje.

Bajo la luz del día
La sangre se vuelve negra.

viernes, 6 de julio de 2007

EL CUERPO

I. El desierto

Un rastrojo atroz de cinco siglos
andamios levantados
sobre el osario y las cenizas
ni huellas siquiera.
Todo ha huido
detrás de los pasos que rondaban a ella.

II. Ojo de agua

Vuelve a la quietud del útero al fin
en la mitad de la vigilia el sueño
las velas que nadie nadie ve.

El rayo impiadoso

Entre sucesos apilados
la inocencia confusa.

Disrupción si sus ojos.

Grafía indeleble en el cuerpo.

Después
entre las paredes de mí
todo tiembla.